viernes, 9 de mayo de 2014

De la violencia de los Colectivos a la Inteligencia Colectiva

Por Rafael Pedraza Díaz

Recobrar el sentido positivo de lo colectivo

La violencia y la escasez de todo tipo se han vuelto parte de la personalidad de nuestra informal (pero muy tangible) marca país. “El destino más chévere” “de Venetur coexiste con la parodia que hacen algunos venezolanos de la promoción de Colombia: “El riesgo es que te puedan matar”, y no “que te quieras quedar”, como reza el copy de la publicidad de la hermana república.   Estos extremos generalizan aunque encierren en el postulado alguna realidad.

Igual, hoy en día “Colectivo” es sinónimo de grupo violento, anacrónico invento castrista para ejecutar su estrategia de violencia, pero de impacto controlado, es decir, sólo la suficiente para amedrentar y no obligar a los países vecinos a dejar de ser cómplices.  Pero no todo lo colectivo es violento. Sólo debemos cambiar su objetivo de prevalecer por encima del otro, por el de cooperar. Pasar a la activa búsqueda de una convergencia de alto nivel por encima de las diferencias pedestres.

Lograr #ElReencuentro venezolano definitivamente merece un ejercicio colectivo, pero de Inteligencia.  Debemos empezar por aislar a los grupos que, con escasez mental, se enfocan en realzar la violencia sin conseguir aumentar el poder ni la contundencia de su grupo de filiación.

Pensamos que buscando una convergencia de alto nivel ganaríamos todos. Escuchar las posiciones del otro y hacer un esfuerzo consciente por identificar su sentimiento y entender su punto de vista, sin caer en la tentación de re-direccionar de entrada su posición, por irreal que nos parezca, puede abrir caminos para una conversación que todos podamos valorar.

Esta conversación convergente no se buscaría o pactaría con el autor de esta división mental de los venezolanos, es decir, el gobierno. Contra ese colectivo llamado gobierno todos tenemos derecho a protestar. No en balde ya casi el 80% de los venezolanos han caído en cuenta que vamos de mal en peor. Sólo falta que caigamos en cuenta que necesitamos más de la inteligencia colectiva que de la violencia colectiva.











martes, 29 de abril de 2014

El viaje inverso

Por Rafael Pedraza Díaz


Dejar de ser "víctimas" para ser protagonistas de #ElReencuentro
Durante sus años como alcalde de la ciudad de Nueva York, el lenguaje de Rudolph Giuliani fue cambiando como consecuencia de sus crisis personales y, más tarde, de los ataques terroristas contra el World Trade Center el 11 de septiembre de 2001. Durante esos años su lenguaje pasó de ser retador y considerado el de un bully con la prensa y su adversarios políticos, al propio de alguien que podía expresarse con calor, compasión e incluso como un héroe. Todo esto lo sacamos de un estudio hecho en la Universidad de Texas.  Allí se asocia que el enfrentamiento de “Rudy” con el cáncer, divorcio y reconocimiento de sus relaciones escondidas lo tornaron más abierto y conciliador. El alcalde que tuvo que enfrentar el 11 de septiembre fue, en ese momento aciago,  un líder que puso el bien común por delante, y no las consignas políticas ni de odio. Sus gestos lingüísticos lo transformaron en un héroe. Al parecer Giuliani fue tomando consciencia de su humanidad por encima del poder.
Mucho más veleta y sin ponerse en momento alguno de su vida al frente de todos los venezolanos, el mismo Hugo Chávez moderó su lenguaje de odio, cada vez que las crisis personales lo azotaron. Son famosas sus confesiones al Monseñor Porras y sus delirantes oraciones a Dios cuando la agonía de su enfermedad lo apartó de su ansiado poder.  Sin embargo, sus gestos heroicos solo fueron consagrados a consolidar un enemigo interno, al que todos sus seguidores debían odiar, así fuera su propia madre. Chávez mostró humanidad y miedo ante su adversidad personal, pero nunca cuando sostenía una situación de poder y ventaja. Como Presidente nunca mostró compasión con la vulnerabilidad del desarmado, nunca dejó de ser un bully despiadado con quien escogía como enemigo. 
Sus herederos, como imitadores al fin, quieren ser más despiadados que su mentor. Como lo dijo Diosdado Cabello, Chávez era quien los mantenía a raya, porque ellos querían (y ahora son) ser más radicales.  Están mucho más lejos de mostrar compasión y apertura, mucho menos de ser líderes heroicos de todos los venezolanos en estos momentos de crisis profunda, sino que su épica sigue atada a la eliminación del enemigo. Ser los máximos en la práctica del bullying, ser los jefes violentos, los tiranos, totalmente separados de cualquier liderazgo virtuoso.
La oposición no está mejor preparada lingüísticamente, pues, si bien dicen querer liderar a todos los venezolanos, a menudo también tienen que hacer caso su público de galería, so pena de perder su liderazgo del 12% radical que ellos sienten es su base electoral. La que se moverá por ellos. Sienten que su salida está en las elecciones y no la construcción de #ElReencuentro de una Nación divida y que se está volviendo insensible y despiadada. Mientras el poder sea el móvil, no emprenderemos el viaje inverso a un lenguaje de unión, abierto y conciliador que requiere ser liderado por alguien. #ElRencuentro simbólico de los venezolanos es lo más importante para reversar el daño hecho por el uso cotidiano de la vieja máxima de que sostenerse en el poder justifica cualquier tipo de medios y lenguaje violentos.
#ElReencuentro venezolano no implica en modo alguno la desmovilización de la protesta ni la abdicación de nuestras posiciones, pero sí requiere el entendimiento que nuestro padecimiento es compartido por todos y todos debemos enfrentarlo, pero consolidando nuestra unión como Nación.
Muchos nos dicen que esto para después de que “caiga el enemigo”, pero esto no será posible si asociamos al “enemigo” con el que no piensa como nosotros y que es nuestro hermano de nacimiento. Ni siquiera se debe pretender que “entiendan” o convencerlos de la desnaturalización y traición a la patria de nadie, sino de que nuestro enemigo es no hacernos responsables de lo que pasa. El viaje inverso es también dejar de ser víctimas de los revolucionarios para empezar a ser protagonistas de #ElReencuentro venezolano. 

lunes, 28 de abril de 2014

La República Civil como punto para #ElReencuentro


El 19 de abril de 1810 fue, sobre todo, una gesta civil (Cuadro de Juan Lovera)
#ElReencuentro pasa por definir una agenda común a todos los venezolanos, más allá de las diferencias políticas. ¿En qué nos podemos ponernos de acuerdo? La respuesta no es fácil, pero vale la pena intentar esbozar unas líneas para la discusión y el intercambio.


En premier lugar, debemos reivindicar el espacio natural de encuentro de todos los ciudadanos que es la República, en la que somos ciudadanos libres, iguales y fraternos. El espacio de la República, el que nos incluye a todos, es fundamentalmente un espacio civil, y esto quiere decir varias cosas, tanto en lo negativo como en lo afirmativo:



Esto implica criticar y desmantelar un discurso que reivindica la personalización del poder, el autoritarismo y la violencia. Implica también construir un discurso alterno alrededor de los valores republicanos de Igualdad, Libertad y Fraternidad.


Ahora bien, esto lo debemos hacer en el marco de nuestras limitaciones y realidades como sociedad.Una gran mayoría acepta, al menos de forma general y principista, los supuestos de la modernidad:  democracia, progreso y un cierto ideal de autonomía y libertad de la persona.



Sin embargo, nuestras carencias nos indican que en la vida de todos los días estamos lejos de ser todo lo demócratas, progresistas y libres que aspiramos ser.Nuestra capacidad como colectivo para construir un discurso alternativo al que propone una mitificación reaccionaria del pasado, definirá nuestro destino como sociedad libre y soberana que busca la convivencia en paz.



En #ElReencuentro queremos hacer una contribución para construir ese discurso alterno. 



El Reencuentro Venezolano

miércoles, 23 de abril de 2014

Giuliani: una visión para reconstruir la convivencia

 
El profesor Giuliani: "Yo me resisto de verdad a aceptar que en la familia nosotros no podamos tener un acercamiento"

Esta entrevista con el profesor de la UCV y psicólogo Fernando Giuliani, publicada originalmente por el periódico oficialista Correo del Orinoco y replicada por el blog del Centro Gumilla (Sic Semanal), tiene algunos elementos interesante y rescatables desde la perspectiva de #ElReencuentro. Algunas de sus afirmaciones son problemáticas y cuestionables. Por ejemplo, Giuliani afirma lo siguiente: "...¿Pero cómo puedes hablar de una dictadura cuando aquí hay partidos políticos, aquí hay una Asamblea Nacional funcionando, aquí hay poderes públicos que están funcionando, aquí hay libertad para que cada quien se organice y diga y se exprese?". Evidentemente el profesor ignora que la Asamblea Nacional no funciona como un parlamento democrático y que allí se han violado muchos principios democráticos y de debido proceso. Además, el psicólogo olvida que en Venezuela la capacidad de organización social y política así como la libertad de expresión están limitadas por medio de varios mecanismos y prácticas formales e informales que se ejercen desde el poder del Estado, que es un poder total. 

Sin embargo, en la entrevista, realizada por la periodista Vanessa Davies, hay varios señalamientos interesantes y muy pertinentes para reconstruir la convivencia entre los venezolanos. El profesor Giuliani responde lo siguiente a la pregunta de la periodista:

"-En esa convivencia cotidiana, ¿quién debe dar el primer paso?

-Yo creo que los primeros pasos los deben dar la gente que tiene la máxima confianza; es decir, los tenemos que dar en la familia. Yo me resisto de verdad a aceptar que en la familia nosotros no podamos tener un acercamiento; no tiene que ser nada formal, no tiene que ser nada solemne. Basta, simplemente un encuentro, un café. Tal vez estoy siendo muy ingenuo, pero tiene que ser así. Con el vecino, recuperar aunque sea el saludo, caramba. Ahora, en los sitios de trabajo yo sí, de verdad creo que deben hacer un pacto. No es que nos traguemos las cosas, no es que nos reprimamos; es hacer un pacto que nos dé una tregua para ver si podemos retomar nuevamente la discusión política."

Pueden leer la entrevista completa aquí.

lunes, 21 de abril de 2014

#ElReencuentro de las familias


Los "padres huérfanos" son también víctimas de la crisis
La separación de las familias es uno de los aspectos más duros de la situación que se vive en Venezuela. Una entrada (en inglés) en el blog Caracas Chronicles firmada por Daniela Alexandra Porat da cuenta de lo que sufren los que ahora se conocen los "padres huérfanos". #ElReencuentro entre venezolanos también será el reencuentro de las familias (gracias Juan Nagel por publicar el texto).

viernes, 18 de abril de 2014

Vaclav Havel sobre la esperanza


Havel: campeón del corazón, constructor de la esperanza
Esta reflexión sobre la esperanza de Vaclav Havel, quien fue el primer Presidente de Checoslovaquia después de la caída del comunismo, fue publicada en 1986 en el marco de una entrevista que le hizo Karel Hvizd'ala, un escritor checo que vivía en ese entonces en la Alemania Occidental. Dijo Havel:

"Debería primero decir en qué tipo de esperanza pienso frecuentemente (especialmente en situaciones que lucen sin esperanza como la prisión). La entiendo principalmente como estado de la mente, no un estado del mundo. O abrigamos esperanza en nuestro interior o no; es una dimensión del alma, y no depende de alguna observación particular sobre el mundo o alguna evaluación de la situación. La esperanza no es un pronóstico. Es una orientación del espíritu, una orientación del corazón; trasciende el mundo inmediato que experimentamos, y está anclada en algún lugar más allá del horizonte.

La esperanza, en su sentido profundo y poderoso, no es lo mismo que la alegría porque las cosas van bien, ni la voluntad de invertir en empresas que obviamente lograrán el éxito temprano, pero, más bien, se trata de la capacidad de trabajar por algo que consideramos bueno, no solamente porque podríamos tener éxito. Mientras menos propicia sea la situación por la que sentimos esperanza, más profunda es la esperanza. La esperanza no es lo mismo que el optimismo. No se trata de la convicción que las cosas van a salir bien, sino la certidumbre que algo tiene sentido, sin que ello dependa del resultado final..."

martes, 15 de abril de 2014

La Pacificación fue también #ElReencuentro


Rescatar la memoria histórica para ir contra el revisionismo
 El llamado Proceso de Pacificación que se inció en el primer gobierno de Rafael Caldera (1969-1974) durante el período de la democracia civil, permitió que la izquierda alzada en armas se integrara a la vida política y ganara espacios parlamentarios, y más adelante, espacios en gobiernos locales y regionales, por la vía del voto. Jean Carlos Pérez Pérez recogió en un blog algunos documentos hemerográficos sobre este proceso. #ElReencuentro entre los venezolanos requiere que conozcamos nuestra historia, especialmente la historia más reciente que últimamente ha sufrido los embates del revisionismo que pretende degradar los logros de la democracia civil. Los invitamos a leer los documentos publicados en este blog:

Proceso de Pacificación durante el primer mandato del Presidente Rafael Caldera (1969-1974)